Hace algo más de cinco años se presentaba en sociedad una nueva asociación cultural dedicada al estudio y la divulgación de la historia y el patrimonio de Álava, particularmente en su relación con la historia de Navarra. Dada su denominación, Martin Ttipia Kultur Elkartea, justo es explicar el por qué de su nombre. ¿Quién era Martin Ttipia?

Sello del acta fundacional de la ciudad
de Nova Victoria sobre el poblado de Gasteiz, allá por 1181 (Iturria: soberaniadenavarra.blogspot.com.es).
Martin Ttipia era el tenente de Vitoria a finales de la primavera de 1199, cuando el rey de Castilla, Alfonso VIII, decidió violar los pactos firmados veinte años antes con el rey Sancho VI de Navarra, conocido por sus súbditos como “El Sabio”. Este rey había emprendido una labor de reconstrucción y de reorganización del reino, tras su elección en 1150 como sucesor de su padre, García V Ramírez. Este personaje había sido elegido rey por los navarros tras la división del reino pirenaico, debida a una conjura entre el conde de Barcelona, Ramón Berenguer, y el rey de Castilla, Alfonso VII, que eran cuñados a la muerte sin descendencia de Alfonso I en 1134. Pero ésa es otra historia.
Sancho VI, consciente de que la estabilidad del estado navarro pasaba por el control de la nobleza, dio fuero a distintas localidades, entre ellas, en 1181, la de Nova Victoria sobre la aldea de Gasteiz. Paralelamente distribuyó el territorio en tenencias, una de las cuales fue precisamente Vitoria. Esta organización del estado venía de lejos. De hecho, el historiador Aitor Pescador, que ha realizado un estudio sobre este tema, afirma que aparece ya en la documentación del reinado de Sancho I Garcés, entre los años 905 y 925.
Así pues, las tenencias eran una especie de gobiernos comarcales, a cuyo frente estaban los tenentes, cuyo cargo no era ni vitalicio ni, mucho menos, hereditario. Eran funcionarios del estado. Antes el gobierno, concretamente en lo que se refiere a Álava, estaba en manos del Conde de Álava, un cargo que tampoco era hereditario, sino electivo, como corresponde al derecho pirenaico, por el que se regía el Reino. El último Conde de Álava fue Ioan López de Gebara, al que sucedió en 1177 Diego López, ya como tenente. La tenencia de Álava, que llegaba hasta la costa, fue luego subdividida en otras, creándose las de Zaitegi, Atxorrotz, Arluzea, Portilla y Vitoria, encomendada en 1181 a Pedro Ramírez.
Encontramos a Martin Ttipia como tenente de Vitoria en 1198, aunque no sabemos mucho sobre él. Precisamente, su mismo apellido, Ttipia (el pequeño), parece más un apodo que un auténtico apellido. Al parecer, era natural de Sangüesa. Tras la toma de Vitoria, fue tenente en Mendigorria, Azagra, Miranda de Arga y Milagro. Algunas fuentes lo sitúan también en Donibane Garazi. Lo cierto es que su nombre deja de aparecer en la documentación a partir de marzo de 1211.
El asedio de Vitoria
El eximio historiador estellés José María Lacarra (1907-1987) nos relata los acontecimientos que condujeron a la caída de Vitoria y del resto de la Navarra occidental en 1200. Sin embargo, antes es precioso aclarar que en 1177 el rey de Inglaterra, Enrique II Plantagenet, emitió un Laudo Arbitral tras escuchar las argumentaciones de los embajadores de los reinos de Navarra y de Castilla. Resulta oportuno resaltar que los embajadores navarros habían basado sus reclamaciones territoriales no en batallas ni en conquistas, como los castellanos, sino en la “fidelidad probada de sus moradores naturales”.
-Fernando Sánchez Aranaz-
Tagged: Asedio, Castilla, Garcés, Gebara, López, Mendigorria, Milagro, Miranda de Arga, Nabarra, Navarra, Pedro, Plantagenet, Portilla, Ramírez, Sabio, Sancho, Sangüesa, Tenente, Ttipia, VIII, Vitoria
Utzi erantzun bat