Los musulmanes entraron en la península en el año 711 de la que expulsaron a los germánicos visigodos (escandinavos) que habían derruido junto a otras hordas bárbaras el Imperio Romano Occidental (476). En ese momento, el último aspirante a rey visigodo de nombre Rodil (castellanizado como Rodrigo), intentaba todavía “dominar a los baskones” y tomar Iruña-Pamplona, una vez más.

Argazkia: Web Municipal de Miranda de Ebro
Juan Plazaola sitúa la frontera entre baskones y godos en Valdegobía o Gobiaran, al Oeste de Miranda de Ebro: “Hay un hecho cierto, la tierra vasca es probablemente el área de más abundante arquitectura rupestre, altomedieval y eremítica en toda la geografía hispánica: es un fenómeno que se registra especialmente en la actual provincia de Alaba, más concretamente en las áreas de Valdegobía, Villanueva, Tobillas, Corro, Pinedo, Quejo etc. (comarca donde se sitúa también Valpuesta) y el condado de Trebiño (términos de Marquínez, Urarte, Laño y Alabaina). A ella llegó el fenómeno desde la Cogolla (La Rioja). Son del siglo VI por tanto no guardan relación con musulmanes, ¿marcan la frontera goda?”, según se recoge en “Historia del arte vasco, Tomo I” (Edit.Ostoa).
Julio Caro Baroja, en su libro “Sobre la lengua vasca”, es igual de contundente: “Es muy probable, dado el paralelismo entre la historia de Vasconia y Cantabria en el período visigótico, que dicha lengua (el euskera) se perdiera después de éste (…), una de las causas por las que el norte conservó la lengua vasca fue que nunca estuvo sometido al poder de los monarcas godos”.
En el siglo VI, el rey visigodo Leovigildo, lanzó un ataque contra los baskones, para ello creó una barrera fronteriza de tierra de nadie al norte de Miranda de Ebro con guarniciones visigóticas que dejó casi despoblada la región.
Los musulmanes llegaron al valle del Ebro en el año 714, sólo tres años después de su triunfal entrada en la Península Ibérica. Aunque intentaron seguir hacia el norte no pudieron. El ducado baskón-akitano fue creado tras la caída del Imperio Romano Occidental por los propios naturales que sobrevivieron y se organizaron ante las hordas bárbaras que llegaron del norte de Europa. El ducado baskón-akitano alcanzó su máximo esplendor con su duque Eudón, el cual fue reconocido internacionalmente como rey, príncipe y duque: su ducado o reino iba desde el río Loira por el Norte al río Ebro por el Sur.
Eudón infringió la primera derrota en Europa a los musulmanes en el año 721 en la capital ducal de Toulousse. De hecho, tras la importante derrota musulmana cerca de Poitiers en el 732 a manos de Eudón y del franco Carlos Martel, fue cuando Baskonia-Akitania alcanzó su máximo reconocimiento internacional. Odón o Eudón y su ejército fue derrotado en primera instancia por los musulmanes encabezados por el llamado en las crónicas mozárabes como “rey de España”, Abderramán I (Damasco 731-Córdoba 788), pero pidió ayuda al ejército franco de Carlos Martel y una nueva batalla tuvo lugar en Poitiers. En esos años el ejército baskón-akitano no era menos temible que el franco. Esta derrota supuso lo más lejos que llegaron en el continente europeo los musulmanes. En Poitiers, el califa Abderramán Abdalá I, “Rey de España”, fue derrotado, y al regresar a Córdoba su ejército fue exterminado en el Valle del Ronkal.
“La frontera musulmana o Tseguer ofrecía un buen tramo con tierra alabesa. Pero lo grave para los alabeses es que éstos tenían tierras allende el Ebro entre Nájera y los dominios astures. Este hecho hace que toda expedición musulmana contra los castillos astures debiera, forzosamente, atravesar las líneas alabesas. El año 766 Bedr avanza hacia Alaba y envía gentes a explorar las intenciones de los hombres de esas comarcas (Ibn Adhari). Los alabeses tenían por toda su frontera castillos propios (…)”, según recoge Joxe Garmendia Larrañaga. Por tanto, la comarca de Miranda de Ebro quedaba dentro del territorio baskón pese al ataque musulmán y su notable éxito inicial.
En el año 768 fue asesinado el duque baskón-akitano Waifre, su madre, 2 hermanas y nietos cayeron en manos francas, el desastre fue total y comenzó el dominio franco real sobre Akitania (ducado entre los ríos Loira-Garona) y queda al sur el ducado independiente de Baskonia. Los nabarros aparecen por primera vez en estas crónicas francas significativamente al año siguiente, en el 769, llaman así los francos a los baskones del sur pirenaico que no controlan y que llegan hasta el nacedero del río Ebro según sus propias crónicas.
En realidad quedó todo el Pirineo y el territorio al sur del mismo en manos de los diferentes “buruzagis” o cabecillas baskones, de cuya unión nacerá el reino de Pamplona-Nabarra en el 824. Aunque antes, el 15 de agosto del año 778, la gran derrota del emperador franco Carlomagno en Orreaga-Roncesvalles, marcará un punto de inflexión en el avance franco por el Norte. Todos los territorios sur pirenaicos pasaron poco a poco del ducado baskón al reino nabarro, sin que se conozcan luchas internas sino que primó el interés común de defensa del territorio nacional ante enemigos comunes.
Esta circunstancia fue aprovechada por los monarcas asturianos. Las campañas de los reyes asturianos Alfonso I, Fruela I, Alfonso II y de su hijo Ordoño II, así como la documentación que se posee, nos muestra la ocupación del reino astur del occidente alabés, siendo el resto libre o “poseídas por su moradores”, según narran las propias crónicas asturianas:
“Alabanque (que englobaría Miranda de Ebro), Bizcai, Alaone et Urdunia, a suis reperitur semper esse possessas, sicut Pampilona, Deeius est atque Berroza”, recoge la “Crónica asturiana de Alfonso III el Magno (866-909)”, llamada también “de Don Sebastián”.
Antes de la invasión asturianas de finales del siglo VIII, la frontera con los baskones independientes de Alaba que se va configurando durante esos años, eran los territorios de los antiguos autrigones de Castro Urdiales-Sopuerta-Karranza, Valle de Mena, Gobiaran o Valdegovía hasta Miranda de Ebro y hacia el Sur hasta el río Najeril.
En este momento de debacle del ducado de Baskonia y antes de la creación del reino de Nabarra es cuando aparecen las primeras referencias a Miranda de Ebro en las mencionadas Crónicas del rey Alfonso III (866-909). En esa Crónica (existe la versión “rotense” y la más elaborada “a Sebastián”) se nombran como ciudades conquistadas por los asturianos durante el reinado de su predecesor Alfonso II “el Casto” (762-844) las de: Miranda (Miranda de Ebro), Revenga (al Este de Miranda a la entrada de las Conchas de Haro), Carbonarica (¿?), Abeica (¿?), Cenicero (La Rioja), Alesanco (La Rioja), etc… Es decir, los asturianos invadieron a Baskonia por el Suroeste durante el reinado de este rey.
Según resume el historiador Andrés de Mañaricúa (crónica Albense, s.IX), las comarcas conquistadas por el reino asturiano en esos años de finales del siglo VIII eran las de: Valdegovía (Gobiaran), Salinas de Añana, Zigoitia, Estavillo (próxima a Miranda de Ebro), Elorriaga, Ulibarri de Olleros, Gauna, Foz de Arganzón, etc…, todas ellas al Oeste del río Bayas y de la futura Vitoria y al Norte de Miranda de Ebro. Por tanto, la comarca mirandesa habría caído en manos asturianas en esos años de cambio de siglo VIII-IX, pero de manera muy temporal, como veremos.
-Aitzol Altuna-
Tanto Ulibarri de los Olleros, como Elorriaga y Gauna se encuentran al oeste de Vitoria y ,por supuesto del río Baias.
He querido decir NO se encuentran al oeste, sino al este.
Fernando, eskerrik asko por tus comentarios. Un fuerte abrazo y gracias por ayudarnos en lo geográfico, que buena falta nos hace
Carbonarica se ha solido relacionar con Tabuérniga (este nombre sería una evolución fonética de Carbonarica), una antigua villa al pie del Toloño en el viejo camino Labastida-Salinillas de Buradon, de la cual -aparte de restos ocultos bajo tierra o la vegetación- aparentemente solo queda en pie -aunque en ruinas- un palacio llamado popularmente “Castillo del Moro”, muy cerca de la ermita de San Ginés.