
fuente: http://www.sputniknews.com
- SITUACIÓN Y DESCRIPCIÓN
Osetia del Sur ocupa una extensión territorial de 3.900 km² en una serie de valles que se encuentran en las laderas del sur de la cordillera principal de las montañas del Cáucaso. El relieve es montañoso y más del 89,3% de su territorio se sitúa a una altitud de más de 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Su censo de población es de 53.532 personas, la mayoría de los cuales vive en Tskhinvali, la capital. En otros lugares, los asentamientos se limitan a pueblos pequeños con poca actividad económica, aparte de la agricultura de subsistencia. La composición nacional de su población está formada por osetios 48.146 (89,9%), georgianos 3.966 (7,4%), rusos 610 (1,1%) y armenios 378 (0,7%). La región, tradicionalmente, ha tenido comunidades mixtas de personas de etnia georgiana y osetia. Pero, a raíz del conflicto armado de principios de la década de 1990, muchas familias osetias abandonaron la región y encontraron refugio en el territorio ruso, principalmente en Osetia del Norte-Alania; asimismo, la mayoría de los osetios de etnia georgiana abandonaron sus aldeas y huyeron a Georgia.
La lengua osetia es su idioma propio, y pertenece a la rama irania nororiental de lenguas indoeuropeas. Considerada la heredera de los dialectos escitas de la antigüedad y de los alanos de la Edad Media, tiene una tradición escrita desde finales del siglo XVIII. Las lenguas osetia y rusa tienen el estatus de idiomas oficiales en Osetia del Sur. La lengua georgiana se utiliza oficialmente para la comunicación en el distrito de Leningorsky, en lugares de residencia compacta de ciudadanos de nacionalidad georgiana. Osetia del Sur es casi totalmente cristiana ortodoxa, con minorías muy pequeñas de judíos y musulmanes.
- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Los osetios son los antiguos alanos, que residían principalmente en las llanuras al norte del mar Caspio. Los alanos llegaron a ser conocidos como los “Osi” por los georgianos, de donde se deriva su nombre moderno. En el siglo IX formaron un reino cristiano centralizado en el norte del Cáucaso conocido como Alania, sobreviviendo como estado tampón amortiguador entre los imperios de los jázaros, los bizantinos y los árabes durante varios siglos.
Alania fue destruida por los mongoles en 1230, y los alanos supervivientes huyeron más profundamente a las montañas del Cáucaso, estableciéndose en el área ahora conocida como Osetia del Norte, y algunos otros lo hicieron más hacia Osetia del Sur, en ese momento parte del Reino de Georgia. Después de esto, el poder político en la región de Osetia se fragmentó y se debilitó en gran medida, hasta que el Imperio Ruso se anexó el área, comenzando con Osetia del Norte en 1767 y extendiéndose a Osetia del Sur, con el resto de Georgia, en 1801. Osetia del Sur y Osetia del Norte pertenecían a diferentes partes administrativas del Imperio ruso. Así, mientras que Osetia del Sur era parte del departamento de Tbilissi, Osetia del Norte pertenecía al de Vladikavkaz.

Alania (fuente: http://www.wikipedia.org)
La separación entre los osetios que vivían en el Norte y el Sur continuó después de la Revolución Rusa. Osetia del Sur se convirtió en parte de la República Democrática de la Georgia menchevique, que obtuvo su independencia el 26 de mayo de 1918, mientras que Osetia del Norte se integró dentro de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR). Las relaciones entre los georgianos y los osetios del Sur se deterioraron enormemente, ya que aquéllos acusaron a éstos de colaborar con los bolcheviques. Los enfrentamientos y represalias subsiguientes a los disturbios y rebeliones que tuvieron lugar entre 1918 y 1920 ocasionaron unos 5.000 osetios muertos. En 1921, el Ejército Rojo invadió Georgia, poniendo fin a la República Democrática de Georgia. En tanto para la historiografía de Osetia del Sur esto es considerado como un “genocidio”, los georgianos, por el contrario, interpretan el apoyo osetio a los bolcheviques rusos como una traición que ayudó al Ejército Rojo a reconquistar Georgia en marzo de 1921.
De modo que Osetia del Norte y del Sur continuaron siendo considerados territorios separados cuando se incorporaron a la Unión Soviética. Osetia del Norte fue absorbida por la RSS de Rusia, y Osetia del Sur se convirtió en una entidad autónoma dentro de la primera SFSR Transcaucásica, luego de la RSS de Georgia. Osetia del Sur recibió el estatus de Región Autónoma (oblast) dentro de la República Socialista Soviética de Georgia en 1922, y permaneció como tal durante todo el período soviético, mientras que en 1924 Osetia del Norte recibió el estatus de región autónoma dentro de la RSFSR y en 1936 el de una República Soviética Socialista Autónoma.
En la Unión Soviética, Osetia del Sur experimentó un desarrollo considerable, con la construcción de un ferrocarril a Gori en Georgia y una urbanización significativa en Tskhinvali. Los osetios también obtuvieron una considerable autonomía en este período de tiempo; el osetio era su idioma oficial y el idioma de instrucción en las escuelas. Y, si bien georgianos y osetios coexistieron pacíficamente durante la mayor parte del período soviético, a medida que la Unión Soviética comenzó a desmoronarse, reaparecieron las tensiones.
- EL PRIMER CONFLICTO OSETIO-GEORGIANO A LA CAIDA DE LA URSS (1990)
La primera fase del conflicto se inició con el inicio del colapso de la URSS en 1989, cuando el gobierno de Osetia del Sur solicitó del gobierno de Georgia la actualización de su estado de autonomía. Los georgianos no solo negaron esta solicitud, sino que establecieron el georgiano como el idioma oficial en toda la República de Georgia, incluida Osetia del Sur, y, en 1990, prohibieron a los partidos políticos regionales participar en las elecciones. Esto determinó a que Osetia del Sur tomara una serie de resoluciones, entre ellas, boicotear las elecciones georgianas, proclamar la República Democrática de Osetia del Sur como región autónoma dentro de la Unión Soviética, y elegir su propio gobierno.
La situación empeoró cuando Zviad Gamsakhurdia, exaltado nacionalista georgiano, fue elegido presidente de Georgia en 1990. Rápidamente declaró ilegítimas las elecciones osetias, abolió su estado autónomo, y declaró a los osetios como “recién llegados” a Georgia y sin derecho a la autonomía. El violento conflicto entre los georgianos y los osetios se desató a fines de 1990, dando lugar a que, en enero de 1991, los militares georgianos entraran en Osetia del Sur desencadenando la primera guerra georgiano-osetia.
Mientras se desarrollaban los cruentos avatares de la guerra, la población de Osetia del Sur participó en el referéndum de la URSS el 17 de marzo de 1991, y votó a favor de la preservación de la Unión Soviética. Los georgianos, por su parte, organizaron su propio referéndum el 31 de marzo de 1991, y posteriormente restablecieron la declaración de independencia de Georgia del 26 de mayo de 1918. El 19 de enero de 1992 se organizó otro referéndum en Osetia del Sur, en el que la gran mayoría se declaró a favor de la independencia de Georgia y la reunificación con Rusia. Este referéndum fue considerado ilegal por Georgia. Sin embargo, dio lugar a la declaración de independencia por el Parlamento de Osetia del Sur el 29 de mayo de 1992. La solicitud del Parlamento de Osetia del Sur de ser reconocida la independencia del país y ser aceptado como parte de la Federación Rusa fue rechazado por Rusia. Georgia fue reconocida internacionalmente, y se convirtió en miembro de las Naciones Unidas el 31 de julio de 1992 dentro de las fronteras de la antigua República Socialista Soviética de Georgia. El territorio de Osetia del Sur se consideraba parte del nuevo Estado soberano.

Mapa y situacion de Osetia (fuente: http://www.historiasdelahistoria.com)
Por lo tanto, esta primera fase del conflicto se basa en un proceso de liberación nacional de naturaleza doble: los líderes políticos georgianos, sin tener en cuenta las quejas de sus propias minorías nacionales, aspiraban a obtener la independencia de la Unión Soviética, al tiempo que Osetia del Sur, que había disfrutado de autonomía dentro del sistema federal soviético, luchaba por preservar su estatus específico, que le permitía tener ciertos derechos políticos, económicos, lingüísticos y culturales.
Pero después de la desaparición de la Unión Soviética, los osetios del sur temieron que el movimiento nacional de Georgia socavara su derecho a la libre determinación, y que fueran llevados a su asimilación con la nación titular. En previsión de tal eventualidad, se produjo una lucha a tres bandas: Georgia lucha por la independencia, Moscú lo hace contra la secesión georgiana de la Unión Soviética, y Osetia trata de forjarse un estatus especial para sí misma y proteger sus derechos frente al nacionalismo georgiano bajo la protección de Moscú. Para la minoría osetia se trataba de un conflicto, basado en la autodeterminación y el refuerzo de sus derechos políticos, que le permitiera mantener su identidad y garantizar su continuidad como entidad etnohistórica. Los propios osetios afirmaron que fueron estas motivaciones, no sus querencias por el bolchevismo, las que les obligaron a alinearse en la órbita de la Rusia soviética, buscando en el Kremlin esas garantías de seguridad.

fuente: http://www.hscomunicacion.com
Por otra parte, el conflicto armado en Osetia del Sur estuvo acompañado por una movilización masiva en el que los movimientos populares fueron liderados por consignas nacionalistas de ex disidentes e intelectuales que jugaron un papel importante en la recuperación de la historia nacional (característica general del resto de las naciones caucásicas). Esta movilización masiva, que ocasionó enfrentamientos con un alto grado de violencia, fue un intento de definir su fuerza, el territorio y los derechos para lograr la independencia. Así pues, mientras Georgia buscaba cambiar su estatus de una república soviética, la antigua región autónoma, Osetia del Sur, también intentaba mejorar su posición. El parlamento de Osetia del Sur exigió transformar el estado de la región de “Región Autónoma” a “República Autónoma”.
En junio de 1992, bajo la presión de Rusia, Georgia comenzó las negociaciones con Osetia del Sur, previo a un alto el fuego que dejó a la región en gran parte independiente, pero con zonas del territorio aún ocupadas por tropas georgianas. Rusia, sobre la base de un documento conjunto negociado el 6 de junio de 1994, colocó una fuerza de mantenimiento de paz en el territorio de Osetia del Sur. El mando militar de estas fuerzas de paz fue entregado a los militares rusos.
- UNA PAZ PRECARIA ENTRE CONFLICTOS
Inmediatamente después del conflicto fue posible estabilizar la situación. El 16 de mayo de 1996, representantes de Georgia, la Federación de Rusia, Osetia del Sur, Osetia del Norte y la OSCE firmaron un acuerdo mediante el cual debía excluirse el uso de la fuerza como medio de resolución de conflictos. Este “status quo” se mantuvo entre 1992 y 2008. El conflicto se congeló, y Georgia se estancó bajo Shevardnadze. El derrocamiento de éste en una revolución popular en 2003, con la elección de Mikhail Saakashvili, reavivó la cuestión de Osetia del Sur, ya que éste, como Gamsakhurdia antes, intentó alentar el sentimiento nacionalista con una dura postura ante Osetia del Sur y Abjasia.
Pero no adelantemos acontecimientos. A pesar del progreso en el proceso de paz, la construcción del Estado continuó en Osetia del Sur. Así, el 2 de noviembre de 1993 se adoptó la primera constitución, actuando el presidente del Soviet Supremo de Osetia del Sur, Ludwig Chibirov, como Jefe de Estado antes de su elección como primer presidente en 1996, elección que no fue reconocida internacionalmente.
Después de 1999, el proceso de resolución de conflictos ya se había desacelerado con la aparición en el escenario político de nuevos líderes que llegaron al poder (Kokoity en Osetia del Sur en 2001 y Saakashvili en Georgia en 2004). La situación de deterioro se agudizó, si cabe, aún más en 2004, debido a las controversias políticas y económicas que llevaron repetidamente a confrontaciones armadas. Ni las fuerzas conjuntas de mantenimiento de la paz ni la OSCE ni la UE lograron prevenir el estallido de la violencia.
Georgia, con la excusa de acabar con el contrabando y las actividades del mercado negro, inicia en 2006 un proceso alternativo de construcción del Estado en Osetia, con la creación de una “Unión de Salvación de los Osetios”, llevándose a cabo elecciones. Las autoridades georgianas crearon una unidad administrativa temporal que comprendía tres municipios, y nombraron jefe del nuevo gobierno títere al ganador de las elecciones, Dmitry Sanakoyev, un étnico osetio. Esta medida fue considerada ilegítima por los representantes de la ‘República de Osetia del Sur’.
- EL SEGUNDO CONFLICTO OSETIO-GEORGIANO (2008)
Esta escalada progresiva de tensión estalló y dio paso a la segunda fase del conflicto. La tan temida guerra a gran escala explotó la noche del 7 al 8 de agosto de 2008, cuando una fuerza de aproximadamente 15.000 soldados georgianos invadió Osetia del Sur, supuestamente en respuesta al bombardeo osetio de aldeas controladas por Georgia.
Los militares georgianos rechazaron a los osetios, pero se vieron frenados por los intensos combates en Tskhinvali y no pudieron tomar el túnel de Roki. Fue entonces cuando los militares rusos, que ejercían el papel de pacificadores en el acuerdo de alto el fuego, tomaron medidas para hacer cumplir el status quo. Los georgianos fueron rápidamente rechazados, los rusos ocuparon el territorio de Osetia del Sur, y se apoderaron de grandes porciones de la República de Georgia.
La guerra duró 5 días y acabó con la adopción de un Acuerdo de alto el fuego de seis puntos negociado por la UE entre Rusia y Georgia el 12 de agosto: se acordó un cese de las hostilidades duradero, excluyendo el recurso al uso de la fuerza y permitiendo el acceso a los agentes de ayuda humanitaria. Asimismo, prescribió que las fuerzas georgianas se retiraran a sus cuarteles habituales, y que las fuerzas rusas volvieran a las posiciones mantenidas antes del estallido de las hostilidades, al tiempo que se iniciaran discusiones internacionales sobre acuerdos de seguridad y estabilidad para Abjasia y Osetia del Sur.
El 26 de agosto de 2008 la independencia de Osetia del Sur fue oficialmente reconocida por la Federación de Rusia, y posteriormente lo fue por Nicaragua, Venezuela, Nauru, Tuvalu, y, en este último año, también por Siria. Los países de Occidente, UE, EEUU, organizaciones internacionales (OTAN, OSCE, ONU) condenaron el reconocimiento unilateral de Osetia del Sur como una violación de la integridad territorial de Georgia.
Si bien los principales participantes del conflicto georgiano-osetio de 2008 fueron las propias Georgia y Osetia del Sur, no hay que olvidar a otros implicados que, aunque de modo colateral, influyeron decisivamente en el conflicto como son los Estados Unidos (para Georgia) y Rusia (para Osetia del Sur).
Estados Unidos alentó la europeización de Georgia, realizó ejercicios militares conjuntos, y brindó a Georgia apoyo militar y político, así como asistencia financiera y técnica. Georgia, al estar bajo la fuerte influencia de los Estados Unidos, se esforzó en convertirse en miembro de la OTAN y de la UE, llevando a cabo cambios legislativos y reformas contra la corrupción. Sin embargo, Estados Unidos no tomó parte activa en el conflicto, a diferencia de Rusia, que envió a sus tropas al territorio de Osetia del Sur y actuó en la guerra contra el gobierno de Georgia.
Efectivamente, fue Rusia, principal garante de la estabilidad de Osetia del Sur desde 1992, quien proporcionó a ésta apoyo militar (también Abjasia, aunque en mucha menor medida), ideológico y asistencia humanitaria a sus ciudadanos. Sin ningún género de dudas, Rusia, bajo el pretexto de proteger los intereses y derechos de Osetia del Sur, se convirtió en el principal participante en este conflicto contra Georgia, controlando completamente la situación en Osetia del Sur, después de lo cual Rusia y Georgia rompieron relaciones diplomáticas entre ellos.

Fuente: http://www.rt.com
- EVOLUCIÓN GEOESTRATÉGICA DE LA SITUACIÓN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
Después de la “guerra de los cinco días”, Moscú ha demostrado por primera vez desde 1991 su voluntad de jugar un nuevo papel en la política exterior, que hasta entonces había sido impulsada por el deseo, o más bien la prioridad, de defender el status quo.
Es evidente que Moscú, motivado por el empeoramiento progresivo en sus relaciones con Occidente (Estados Unidos, OTAN y UE), intentó alterar su enfoque sin mencionar el status quo en sí. Empero, este cambio de postura del Estado ruso se convirtió de hecho en selectivo y muy puntual, y no se extendió más allá de la problemática de Abjasia y Osetia del Sur. Pero aun así, y a pesar de que las relaciones entre Rusia y Occidente se han normalizado a un considerable nivel desde 2008, Moscú, Washington y Bruselas continúan operando bajo percepciones muy diferentes sobre el estado de Abjasia y Osetia del Sur, la integridad territorial georgiana, y el compromiso ruso en el desarrollo del Cáucaso. Por lo tanto, se puede concluir que el sur del Cáucaso se ha convertido en el escenario para el desarrollo de un nuevo status quo, no solo para la región, sino para todo el espacio postsoviético.
A resultas del conflicto armado, Rusia ha logrado muchos de sus objetivos: tener a su disposición un lugar de armas estratégico en medio del sur del Cáucaso, detener la penetración de la influencia occidental en la región -evitando la entrada de Georgia en la OTAN-, despertar un sentimiento de miedo entre los vecinos de Rusia, deshacerse de los enclaves georgianos en Osetia del Sur que representan el principal obstáculo para la anexión rusa de esta área, y garantizar una presencia militar significativa.
De entre todos estos, el objetivo principal para Rusia es, y sigue siendo, suprimir la influencia occidental y asegurarse de que Georgia no sea un ejemplo para otros países de la región, así como enviar una clara señal a sus vecinos de que su amistad con Occidente no es una garantía contra un ataque militar ruso. Para Georgia, el impacto general del conflicto en su prestigio cara al mundo ha sido tremendo. Probablemente, la consecuencia más adversa para Georgia ha sido la pérdida de su integridad territorial, ya que Rusia, al reconocer la independencia de Abjazia y Osetia del Sur, y según anunció por boca de su ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, avisó de que Georgia debería olvidarse de sus antiguas fronteras. Por otra parte, el conflicto armado ruso-georgiano ha fortalecido las actitudes anti-georgianas tanto en Osetia del Sur como en Abjasia, por lo que la posible reintegración de estas áreas en Georgia en un futuro próximo se hace aún menos probable.
Esta guerra ha puesto de manifiesto el resurgir de Rusia como gran potencia mundial en política exterior, al tiempo que marca el deterioro muy significativo del papel de EEUU en el mundo (simbólicamente el “crack” financiero de Lehmann Brothers ocurrirá a principios de septiembre de 2008). Por otra parte, esta crisis es reveladora y demostrativa, porque dimana de las tendencias aventureras de la política estadounidense en las regiones de la antigua URSS y de su impacto en los países que intentaron formar una alianza con Washington.
Por lo tanto, se puede concluir que esta guerra también es parte de una serie de crisis que marcan los efectos de la política estadounidense en Europa, desde el reconocimiento unilateral de la independencia de Kosovo hasta la decisión de desplegar un sistema de misiles en Polonia y la República Checa. Ni que decir tiene que esta crisis también ha planteado el problema de la actitud política de la Unión Europea, incluso de su simple capacidad para tener una posición coherente con sus intereses, incapacitada de marcar agenda propia fuera de los marcos que le son delimitados por los estadounidenses.
Desde su secesión, Osetia del Sur se ha gobernado a sí misma como una democracia, celebrando elecciones regulares. Se especuló mucho sobre su unión con Osetia del Norte y posterior entrada en la Federación rusa, aunque tanto el gobierno de Osetia del Sur como el de la Federación Rusa desmintieran categóricamente dichas afirmaciones. Con una pequeña población y prácticamente sin recursos domésticos, Osetia del Sur todavía está luchando por superar los años de guerra y décadas de aislamiento de la comunidad internacional. No tiene exportaciones significativas y depende en gran medida de la ayuda e importaciones rusas, habiéndose integrado totalmente en la zona de influencia rusa. Desde 2008, la moneda, los pasaportes, los fondos presupuestarios y hasta la élite política de la república osetia provienen de Rusia.
La viabilidad de Osetia del Sur como comunidad política independiente es puesta en entredicho por muchos. Antes de 1991 era un territorio donde vivían 100.000 personas; ahora, con una población total de escasamente 50.000 (significando una proporción soldados/civiles de aproximadamente uno de cada seis), es esencialmente un puesto militar ruso. La casi total dependencia de Rusia en sus recursos militares, económicos y de asistencia financiera es considerada un serio obstáculo para su crecimiento y progreso autónomo. Por otra parte, el desarrollo de robustas instituciones nacionales que otorguen legitimidad a sus gobernantes será requisito indispensable para fundamentar su futuro. En todo caso, mientras Osetia del Sur no sea reconocida por la comunidad internacional, o reabsorbida en un cuerpo político reconocido, sus perspectivas de futuro siguen siendo extremadamente limitadas. Aun así, la voluntad de sobrevivir de su población como Estado independiente permanece inquebrantable y parece seguir siendo ilimitada.
-Jesús Pérez de Viñaspre Txurruka-
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