
Edición impresa de los artículos de la “Paz de Augsburgo” (1555), acordada entre el Emperador Carlos V y la protestante Liga de Esmalcalda, por la cual los súbditos del Imperio estaban obligados a seguir la religión -católica o protestante- de su príncipe respectivo. (Fuente: Wikipedia)
Con esta frase, vendríamos a reconocer la importancia del Estado en la configuración de las identidades contemporáneas. Parece ser que fue acuñada en 1582, en medio de la Reforma Protestante y las luchas de religión (1454-1598), y una traducción libre de la misma sería: “El gobernante de un territorio elige la religión de todos sus súbditos“, o “un Estado, una religión”. Irakurtzen jarraitu