ALGUNOS APUNTES EN EL OCTAVO CENTENARIO DEL FUERO DE VIANA (2019) (1/3)

Viana es un municipio perteneciente a la Comunidad Foral de Navarra, situado en el extremo suroeste de la misma, lindante con el Territorio Histórico de Álava y la Comunidad Autónoma de La Rioja. Tiene una superficie de 78,62 km² y una población, según datos del año 2017,  de 4.078 habitantes, concentrados en su único núcleo urbano.

            Viana está a 469 metros de altitud, conformando su término un plano inclinado desde el extremo oriental de la Sierra de Toloño, con 858 metros de altitud en el monte Figueras, hasta la orilla del Ebro a una cota de alrededor de 360 metros. El punto más alto del municipio  de Viana se sitúa en el Alto de los Bojes, de 836 metros de altitud, pero en realidad es la cabecera de un extremo septentrional del municipio, formado por el barranco del arroyo de Longar, paralelo a los actuales municipios de Aras y Bargota que, como veremos, pertenecieron a la jurisdicción de la villa de Viana.

            En el ordenamiento político-administrativo actual, Viana se ubica en la comarca denominada Somontano Viana-Los Arcos, dentro de la merindad de Estella, pero históricamente se encuadra en la Sonsierra de Navarra, que se extiende desde aquí hasta  el vado de Bilibio, en Salinillas de Buradón. La comarca fue conquistada en 1461 por los castellanos, aliados de Carlos, Príncipe de Viana, en su lucha contra su padre, Juan II de Aragón, quien ejercía sin derecho para ello como Rey de Navarra, desde la muerte de la Reina Doña Blanca. Los castellanos llegaron hasta Los Arcos, villa de la que se apoderaron, manteniendo su ocupación  hasta 1753. Así mismo Enrique IV se quedó con la Sonsierra, que pasó a la Hermandad de Álava con la excepción de Viana y San Vicente de la Sonsierra y sus villas (entregadas en señorío por Enrique IV de Castilla a su Condestable, Pedro de Velasco) .

            Toda esta comarca, excepto Labastida y Salinillas de Buradón, conquistadas en 1200 por Alfonso VIII, devueltas más tarde a Sancho VII y cedidas por Carlos II a Enrique II de Trastámara en 1367, como garantía del pacto firmado entre ambos reyes en Santa Cruz de Kanpezu, constituyeron en 1421 el Principado de Viana.

            Este caso de la pertenencia a una misma comarca histórica de localidades hoy incluidas en la Comunidad Foral de Navarra o en el Territorio Histórico de Álava no es único. El valle del Ega, río que tiene su nacimiento en Álava, pasa por Bernedo, que perteneció a Navarra hasta 1476, incluye también a Marañón, Cabredo y Genevilla, en la C.F.N., entra nuevamente en Álava por Santa Cruz de Kanpezu, para volver a la C.F.N. y dirigirse hacia Estella. De hecho estas dos comarcas, la Sonsierra y el Valle del Ega, no forman parte de la Álava original, tal como aparece en el documento denominado “Ferro de Álava” o “Reja de San Millán”, en el que se relacionan los pueblos de Álava que pagaban tributo  al monasterio navarro-riojano de San Millán de la Cogolla. Las conquistas castellanas de 1200 y 1461 crearon una frontera artificial que dividieron estas comarcas naturales.

Fundación de Viana

Viana había sido fundada en 1219 por el Rey Sancho VII el Fuerte. Le otorgó el fuero de Logroño, que era también el de Laguardia, villa fundada en 1164 por su padre Sancho VI el Sabio. En la carta de fundación se lee: “Yo don Sancho por la gracia de Dios Rey de Navarra, hago aquí carta, a todos los pobladores de Viana, también a los presentes como a los por venir.” Existían en la zona algunas aldeas muy pequeñas -Cuevas, Tidón, Piedrafita, Soto, Longar, Perizuelas, Cornava y Goraño- y otras más grandes -Aras y Bargota-. Estas últimas permanecieron habitadas, a pesar de entrar en la jurisdicción de la nueva villa, pero el resto quedaron deshabitadas, trasladándose sus habitantes a Viana. A esto se refiere el rey al hablar de los pobladores de Viana presentes y por venir, entre los que se incluirían todos aquellos pobladores provenientes de tierras más lejanas, como era habitual en la época, incluida una notable comunidad judía. Lazagurria fue comprada en 1368 al reino por el concejo de Viana. En 1782 Lazagurria se separó de la villa de Viana. Bargota lo hizo en 1818 y Aras en 1853.

Copia medieval del Fuero de Viana
Fuente: https://viana-digital-archive.blogspot.com

            La fundación de Viana obedecía a un doble razonamiento, militar por una parte, comercial por otra. El pacto de 1179 entre Sancho VI de Navarra y Alfonso VIII de Castilla, resultante del Laudo Arbitral del rey de Inglaterra Enrique II Plantagenet, dejó Rioja en manos de los castellanos. Alfonso VIII incumplió el pacto y ya en 1195 lanzó un ataque desde Logroño, por lo que Sancho VII hizo construir un castillo en el término de  “El Cueto”, denominado “Cuervo” o “Corvo”. En 1203 este castillo fue sede de una tenencia. Probablemente se construyera sobre una atalaya previa.

            Por otra parte, una importante calzada recorría la zona uniendo la Iruña de Pamplona y Logroño, villa fundada en 1095 por Alfonso VI de Castilla y León, tras la ocupación de Rioja realizada después del asesinato del Rey Sancho IV en Peñalén. Se trataba de un lugar estratégico, ya que había sido construido allí un puente, en el lugar donde existía un vado, después de que el puente de Mantible, junto al castillo de Assa, resultase destruido por una riada, ya que el camino anterior a ese momento discurría algo más al oeste.

            El nombre de Logroño aparece por primera vez en un documento del rey de Navarra García Sánchez en 956, como Lucronio. En el texto del Fuero de Alfonso VI de 1095, figura como Logronio, aunque en el mismo texto aparece como Illo Gronio, por lo que pudiera ser en origen Gronio, con el significado de vado en la lengua celta de los berones, a la que en época postromana se le añadiría el artículo, lo  o illo de reciente implantación.  Otra teoría, más discutible, habla del topónimo latino Lucus Beronius, que significa Lugar Sagrado de los Berones. Sea como fuere, lo cierto es que en ese lugar existía en época romana un embarcadero, ya que el Ebro era navegable hasta allí. También el río Arga era navegable hasta Pamplona, como lo demuestra la incursión de los vikingos en 859, que hicieron prisionero al rey García Íñiguez, liberándole a cambio de 70.000 monedas de oro.

Viana en la antigüedad

El territorio de Viana previo a la fundación de la villa no estuvo caracterizado por una población alta desde el punto de vista demográfico. La arqueología da cuenta de algunos asentamientos a partir del neolítico, Longar con un hipogeo dolménico datado en 2.500 años a.C.,  con un centenar de cuerpos inhumados, a la edad del bronce, en los términos de La Castellana, Valdevarón, Valdecarro y La Raicilla y La Custodia. La estratigrafía de este último yacimiento llega hasta el periodo romano. El poblado ocupaba unas 12 hectáreas de extensión. En una tésera prerromana hallada allí se encuentra el texto ”ueniakum”, los de Uenia. También se han encontrado monedas con la leyenda “Uarakos”, por lo que el poblado podría llamarse Uaria. La población podría pertenecer a la etnia de los vascones o a la de los berones. Realmente nos encontramos en el límite entre ambos pueblos, siendo difícil precisar si éste se encontraba en el río Ebro, como resulta lógico, o en la sierra de Toloño, como proponen otros. Además se han encontrado monedas con la inscripción “Barskunes”, en alfabeto celtibérico, por lo que podemos suponer que la Uaria prerromana era vascona y el límite se encontraba en el Ebro.

            Sea como fuere, nos encontramos ya en época romana, con la población de Uareia, en la orilla derecha del Ebro, junto a la actual Logroño. Frente a ella, en la orilla izquierda se encontraba el poblado de Contrebia o Cantabria, denominación que a finales del siglo XVIII dio lugar a la equívoca denominación de Sierra de Cantabria para la Sierra de Toloño. Existen varias Contrebia en la zona del Ebro, entre ellas Contrebia Beleisca/Botorrita y Contrebia Leukade, entre Fitero y Aguilar del Río Alhama. Existe otra Contrebia Carbica en Cuenca, por lo que podemos suponer que Contrebia era palabra céltica equivalente al oppidum latino.

            Estos datos y el hecho de que el Ebro fuera navegable hasta la Uareia romana, hacen suponer que la población se concentró en ese puerto fluvial, despoblándose la zona más al norte.

Ruinas de Varea-Uareia (Fuente: Wikipedia)

            La colonización romana provocó una disminución de las diferencias entre los grupos humanos asentados en ambas vertientes de los Pirineos, en el espacio entre el río Garona y el Ebro, de manera que tras la caída del Imperio romano, unificados como Vascones, tuvieron la suficiente capacidad como para expulsar de su territorio a los visigodos, en alianza con los francos merovingios, tras la batalla de Vouillé en el año 507.

            Los visigodos establecieron un reino en el territorio de la Hispania romana, mientras que los Vascones se estructuraban políticamente como Ducado de Vasconia, entidad que, en opinión de algunos autores, llegó a alcanzar la condición de reino, precursor del Reino de Pamplona establecido en 824.

            Los visigodos, deseando hacerse dueños del territorio de las antiguas provincias de Hispania, presionan a los vascones por el sur, estableciéndose una frontera militar que discurría, de este a oeste, por el río Aragón, la sierra de Izko, la de Erreniega/El Perdón, Andia, Urbasa y Entzia, los montes de Vitoria y la sierra de Arkamo, al sur de la cual y hasta el río Ebro se estableció un territorio casi deshabitado, un amplio yermo, en el que se establecieron eremitorios y pequeñas comunidades de monjes, siguiendo el ejemplo de los “padres del desierto”. En la zona que nos ocupa se estableció un monasterio benedictino en el siglo VII, posiblemente sobre un eremitorio previo. Al parecer estuvo ocupado por monjas. En el siglo XI aparece como priorato de San Pedro de Torreviento en el término de Piedrafita.

            Esta situación se mantuvo después de la entrada de los musulmanes por el sur peninsular en 711, momento en el que el último rey visigodo, Roderico, sitiaba Pamplona.

            La frontera, tras la constitución del reino de Pamplona se situaba en la línea de la Sierra de Peña, la de Uxue, la línea Montejurra-Monjardín, la sierra de Toloño, el vado de Bilibio, en el Ebro y los pasos de Cellorigo y Pancorbo.

            La crónica del reinado de Alfonso I de Asturias (739-757), redactada a principios del siglo X, nos dice que Álava, Bizkaia, Alaon, Orduña, Pamplona, la Berrueza y Deio “están poseídas por los suyos”.

Sancho Garcés I de Pamplona y Nájera (Fuente: Wikipedia)

            La recuperación de los territorios controlados por el emirato de Córdoba, califato a partir de 929, se inicia durante el reinado de Sancho Garcés I (905-925). La frontera sur del reino pirenaico estaba controlado por la dinastía Banu Qasi, vascones islamizados con relaciones incluso familiares con los primeros monarcas pamploneses, cuyo territorio se extendía, a principios del siglos X, desde Monzón a Nájera,  con centros en Tudela, Tarazona y Borja.

            Sancho Garcés I conquistó Carcar en 914, así como el castillo de San Esteban de Deio, Falces y Caparroso en 915, Calahorra, Arnedo y Viguera en 918 y Nájera en 923.  Sus sucesores establecerían la frontera con el califato en los ríos Aragón y Ebro. Sin embargo Logroño no fue conquistada hasta el reinado de Sancho II (970-994), por lo que la zona al sur de la línea Toloño-Monjardín-Montejurra permaneció deshabitada. Por esta razón la calzada que unía Pamplona y Nájera discurría por el valle del Ega, para cruzar el Ebro por Assa, hasta la caída del puente de Mantible.

(Continuará)

-FERNANDO SÁNCHEZ ARANAZ-

Tagged: , , , , , , ,

Utzi erantzun bat

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Aldatu )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Aldatu )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

%d bloggers like this: