«El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de los patriotas y tiranos, es su fertilizante natural».
(Thomas Jefferson, Presidente de los Estados Unidos de América 1801-1809)
El dos de mayo de 1808, y al grito: «¡Que nos lo llevan!», en referencia al infante Francisco de Paula, el pueblo español se alzó en armas y libró una larga lucha sin cuartel -seis años duró- contra el gabacho y sus “fuerzas de ocupación”, oponiéndose así a la modernidad y las nuevas ideas civilizadoras que llegaban allende los Pirineos.