Existen unas singularidades idiomáticas residuales, una serie de voces de origen euskaro, en el español que se habla en Navarra, Álava, Logroño, Aragón, Castilla… En definitiva, aquellos territorios en los que alguna vez la lengua vasca fue de uso habitual.
Zonas -llamemoslas “de transición”- donde la lengua, como tal, ha dejado de hablarse, pero pervive en mayor o menor grado en el léxico y la toponimia. Por encima de fronteras, de banderas, de ideologías, de divisiones territoriales y administrativas, hay un sustrato común que nos une.