Con frecuencia nos tildan de historicistas. Supuestamente, hemos venido a crear división y a establecer dificultades en el proceso de liberación de Euskal Herria. Algo que ni siquiera entra dentro de nuestros planes: porque no debe liberarse un ente socio-cultural (“Pueblo Vasco”), sino el ente jurídico-político (Nabarra).
Nosotros, sin embargo, no consideramos que hayamos venido a crear discordia. Muy al contrario, asociaciones y entes como Martin Ttipia nacieron con la firme intención de clarificar la huella socio-cultural que el Estado de Nabarra ha dejado en el País. Y así hemos venido haciéndolo desde hace ya cinco años. Radicada en Araba, nuestra asociación tiene sus miras puestas también en esas tierras limítrofes que al sur de nuestra provincia conservan aún el acervo socio-cultural de Nabarra.